No le basta con ser la cordillera tropical más alta del mundo, ni con tener hermosos nevados como el Huascarán y el Alpamayo; tampoco le basta con ser venerada por escaladores de todo el planeta. Ella quiere más: quiere la Cordillera Negra, el enorme macizo que tiene enfrente.
El sueño de esta novia es eterno e inalcanzable, pues los separa el Paso de Huaylas, desde donde se pueden apreciar ambas cordilleras en su plenitud al mismo tiempo. Pero la Cordillera Blanca es y será siempre la más hermosa. El más deseado.
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